El 30% de los autónomos del comercio y la hostelería tienen más de 60 años y más de medio millón se jubilarán en los próximos años.
España es un país donde el sector servicios tiene el mayor peso en la economía. En el caso del trabajo autónomo representa el 73,62% del total de afiliados, más de un millón y medio de personas, de las que casi el 40% se dedican al comercio y a la hostelería.
En las estimaciones realizadas por UPTA en base a datos estadísticos ofrecidos por el Ministerio de Trabajo y Economía Social y por la Seguridad Social, estos sectores de actividad están altamente envejecidos y no se está produciendo relevo generacional, y previsiblemente en los próximos años sufrirán una importante reestructuración natural por la salida del sistema de estos trabajadores autónomos de más edad.
En el caso de la hostelería, más de 143.000 personas, el 31,29% de la afiliación, tienen entre 55 y 63 años, y sólo un 2,18%, 3.710 personas, son menores de 25.
Por su parte, en el comercio, se agrava aún más la situación, ya que los menores de 25 años no alcanzan ni siquiera el 2%, mientras que los mayores de 55 representan al 33,90%, más de 143.000 personas, de las cuales más de 100.000 ya superan los 60 años.
Esta situación resulta alarmante en algunas comunidades autónomas cuyo porcentaje de trabajadores autónomos entre 55 y 60 años supera el 34%, como es el caso de Aragón y País Vasco, incluso llega a superar el 35% en el caso de La Rioja y roza el 40% en Castilla y León.
Eduardo Abad, presidente de UPTA España, “la reconversión natural que sufrirán estos sectores en los próximos cinco años, debe aprovecharse como una oportunidad. El ENDITA tiene que cambiar la economía del trabajo por cuenta propia con estrategias que verdaderamente mejoren la competitividad del colectivo, apostando por actividades que puedan aportar valor añadido al trabajo por cuenta propia, la economía de este país no puede sustentarse en abrir más bares y comercios. Las estrategias que están siguiendo algunas Comunidades Autónomas de ayudar al colectivo al pago de las cuotas resultan injustificadas e innecesarias en este contexto. El camino del trabajo autónomo debe trascurrir por el impulso de la digitalización, la formación y la competitividad, las políticas y las estrategias de los Gobiernos deben ir dirigidas hacia un mismo fin, pero parece que algunas CCAA prefieren políticas populistas y no aquellas que acciones que permitan a las personas trabajadoras autónomas consolidar sus actividades”.